viernes, 24 de septiembre de 2010

No creo en pancarta sin nada detrás

Hace unos días, hablando con un amigo, me dijo que lo de escribir un blog era sencillo. Le dije, mándame 200 palabras sobre los sindicatos y la huelga y lo pongo en el mío...este es el resultado (algunas más de 200). Buena e interesante lectura de un "españolito de a pie"

Ayer me propusieron un reto, que escribiese 200 palabras sobre los sindicatos. La verdad es que al principio me pareció fácil, 200 palabras no son nada, pero una vez que me he puesto a escribir me he quedado sin argumentos. Verán ustedes, no es que no crea en la labor fundamental que los sindicatos tuvieron en el siglo 19 y principios del 20 en la consecución de derechos laborales que actualmente disfrutamos, no es eso, no, es que claro, yo soy un españolito normal, que se levanta más o menos pronto, que hace su trabajo lo mejor que puede, y que disfruta pasando unos buenos ratos con su familia/amigos después del trabajo. Soy un españolito con las preocupaciones normales, con las ilusiones normales, unos días más feliz y otros días menos. Pues resulta que ahora unos “señores” sindicalistas me “piden” que el día 29 no vaya a trabajar como medida de protesta hacia la “reforma” laboral. Pues miren “señores” sindicalistas, este españolito normal como que no les va a hacer caso, que el día 29 voy a trabajar como todos los días, y si quieren mis argumentos les voy a dar unos cuantos: No creo, en pleno siglo XXI, en la existencia de sindicatos de “clase”. No creo en sindicatos que dicen defender los derechos de los trabajadores (en eso si distinguen varias clases de trabajadores) pero sin trabajar. No creo en sindicatos que cobran de mis impuestos porque no tienen suficientes afiliados para asumir sus propios costes (y se dicen mayoritarios, será en su casa, digo yo). No creo en sindicatos que manejan dinero público (formación, subvenciones, etc) sin apenas control. No creo en sindicatos que aplaudieron las políticas de gasto (de derroche) del actual gobierno y que nos han llevado a esta situación. No creo en sindicatos que se callaron cuando las cifras de paro iban aumentado porque había un gobiernos de los “suyos”. No creo en sindicatos que callan y permiten el uso de la fuerza para alcanzar sus objetivos (piquetes, servicios minúsculos, etc). No creo en los puños en alto (como tampoco en las manos extendidas). No creo en pancartas sin nada detrás…. ¿Saben en lo que creo?, en mi esfuerzo, en el mío y en el de mis compañeros, en el esfuerzo de todos los españolitos normales como único medio para salir de la crisis a la que este gobierno, con la ayuda de los sindicatos, nos ha llevado. Entenderán entonces que no vaya a perder ni un día de trabajo, de mi esfuerzo, porque será un día más de crisis. Ya protestaré, con su permiso, en la próximas elecciones.

Ah, y no cesito ningún piquete “informativo” delante de mi oficina. Por desgracia ya se de que pie cojean, que “información” me quieren dar, y no me interesa.

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