Hoy se tramitará, en el Consejo de Ministros, una las transposiciones más ambiciosas de una Directiva europea, la Directiva de Liberalización de Servicios.
Esta nueva legislación supone un cambio radical en todo nuestro marco normativo sobre el inicio de actividades de servicios, para animar la actividad y evitar burocracia a la hora de iniciar una nueva aventura empresarial.
Se van a ver afectados desde las autoescuelas, pasando por los médicos, abogados y fontaneros hasta la apertura de nuevos locales comerciales.
A nadie se le escapa que esto es una gran noticia y que en cualquier otro lugar serviría para dinamizar el mercado. Aquí no. Aquí esta transposición tiene un pequeño reino de taifas de 17 Comunidades.
Esperemos que el Gobierno tenga la valentía de realizar una correcta transposición y no ceder ante las presiones de algunas Comunidades que han legislado en sentido contrario al espíritu de liberalización de esta directiva, con el fin de conseguir más apoyos en el Congreso para otros temas de polícia Nacional.
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