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Foto :Erkua |
España lleva en una profunda crisis más de 5 años. Los motivos de la crisis los han analizado hasta la saciedad. Podemos discutir sobre ellos pero no tiene mucho sentido al menos desde mi punto de vista. Se han producido y han tenido unas consecuencias muy graves para la situación económica de nuestro país.
Las medidas que se tomaron fueron más o menos acertadas pero siempre encaminadas a incrementar el gasto público y la deuda pública (craso error). Junto con la gran deuda privada que tenían empresas y familias era un cocktail explosivo.
Llegaron las elecciones y el cambio político se produjo. El nuevo Gobierno accede al poder y se encuentra con unos datos bastante peores de lo esperado y según van conociendo más la situación empeora. El problema real, además de la herencia recibida, es el escaso margen de maniobra con el que se han encontrado porque se ha perdido mucho tiempo.
Aquellos que me estáis leyendo pensaréis que sigo el argumentario del Partido Popular. No dejan de tener razón en sus argumentos los populares. Pero sigamos.
Un símil médico. Si un paciente de cáncer tiene un tumor y es detectado en los primeros momentos el abanico de acciones para afrontar la enfermedad es amplio. Si llega con un tumor grande o varios tumores por su cuerpo y grandes, quedan pocas acciones que tomar. Esto es lo que nos ha pasado a España.
Este nuevo Gobierno ha tomado medidas muy acertadas como han sido las reformas estructurales que España necesitaba para adaptarse a un nuevo entorno económico. La reforma laboral y la reforma educativa (que en breve verá la luz) eran muy necesarias. No se podía seguir con el estricto entorno legal laboral en una economía más que dinámica.
Por otro lado había que poner freno al déficit y a la deuda y se han iniciado medidas para frenarlo. Entre medias nuestro sistema financiero ha entrado en "colapso" por algunas entidades y esto agravó la situación. Ha sido como si en mitad de la extirpación del tumor se rompiera una arteria y se ha tenido que desviar la atención para paliar este problema y mantener al paciente con vida.
Volvamos a las medidas de ajuste que son las principales. Porque aquí está la madre del cordero. Desde mi punto de vista el Gobierno una vez visto que cumplir con el programa planteado inicialmente era prácticamente imposible durante la primera parte de la legislatura debería haber hecho un cuadro de medidas y haberlo presentado a los ciudadanos. Es decir un decálogo de acciones a realizar en función de la evolución del país y teniendo en cuenta 3 escenarios (peor-malo-bueno) como se hace en las empresas. Este decálogo presentado de forma correcta y explicado a los ciudadanos diciendo "haremos esto y esto...si lo anterior no funciona habrá que tomar la medida x..." la aceptación de las medidas hubiera sido muy diferente. Este gobierno se está empleando mucho en trabajar pero poco en difundir lo que hace y eso es negativo.
En cuanto a la distribución de la carga para frenar el déficit y la deuda considero que debería enfocarse de otro modo. Se ha pedido un esfuerzo al sector privado cercano al 60%. Por tanto solamente un 40% al público. Si os molestáis en hacer el cálculo del último plan de ajuste veréis que esta es la relación. Y para mí debería ser al revés.
Si las medidas de ajuste fueran más intensas en la administración pública y posteriormente se hubiera cargado sobre el sector privado se hubieran aceptado mejor y la crispación social sería menor.
Y este es el problema que ven desde fuera. Se están tomando medidas, muy duras, pero gran parte del culpable que es nuestro modelo de Estado, sigue sin verse una modificación creíble. Por tanto, los "mercados" y el resto de países no terminan de confiar y tienen dudas por no saber como se afrontará. Si tuvieran ese decálogo sabrían a lo que atenerse y seguramente las tensiones serían menores. Y como el margen de maniobra para crear acciones nuevas es escaso...la confianza es menor.
Espero haber cumplido con mi "peticionario". Acepto todas las reclamaciones vía comentarios. Gracias por vuestra paciencia en esta entrada.