miércoles, 19 de marzo de 2014

Subida del IVA y comportamiento del consumidor

Estos últimos días ha vuelto a la palestra la subida del IVA para determinado tipo de productos por efecto del informe de expertos presentado para la Reforma Fiscal.

Independientemente de los sesudos análisis y cálculos que hayan hecho, cosa que no dudo, este grupo de expertos se ha olvidado que los impuestos los pagamos personas. Y las personas tenemos un comportamiento fuera de los números y que se basa en sensaciones, percepciones y esperanzas futuras.

En la pasada subida de IVA, el consumo se redujo en una media de un 4-5% y no se recuperó al mismo nivel de consumo existente anteriormente.

El comportamiento del consumidor a la hora de hacer sus compras se basa en las percepciones de ingresos que tendrá en el futuro y las posibles contingencias que le puedan suceder. Si la percepción que tiene es de una subida generalizada de precios por el IVA, y en este caso sin opción de buscar otros productos sustitutivos, la reacción es un menor consumo para ajustar sus cuentas.

Y lo peor no es ese ajuste que realizamos todos de forma natural. Es que ese nuevo comportamiento que adquirimos, no se modifica posteriormente y recuperar el nivel de consumo previo es muy complicado. 

El consumidor se acostumbra a una menor cantidad de productos, a no realizar inversiones en bienes de consumo industriales (coches, lavadoras, lavaplatos, etc...) y se hace consciente que puede vivir con menos. 

En un primer momento el Estado recaudará más, no lo pongo en duda. Pero a la larga verá reducida su recaudación porque el consumidor se inclinará por ahorrar para hacer frente a esas posibles contingencias que le puedan suceder, que además, también son más costosas por tener un IVA más elevado.

El Gobierno debería plantearse que esta subida de tipos de IVA, no solamente afecta al bolsillo del consumidor, afecta a toda la cadena de valor, desde los fabricantes a los distribuidores. Sinceramente, no creo que hayan evaluado el efecto de menor consumo, menor producción, menor necesidad de puestos de trabajo... y no sigo más que terminamos llorando.

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