Estoy pasando unos días en tierras cántabras, en Comillas, sitio que cautiva por su belleza y tranquilidad.
Desde aquí todos los sucesos de actualidad de esta semana, parecen muy lejanos y de otro planeta. Me gustaría que fueran de otro planeta, porque viendo los incidentes en Londres, la intolerancia contra la libertad religiosa en España, los altercados en Chile...pienso que nuestro mundo está en un momento crítico de estabilidad. Todo el mundo está "indignado" por algo y la convivencia cada día es más complicada.
En la playa, ves a la gente con sus niños, con sus mayores y te das cuenta que hay algo de normalidad entre todo este caos y algo de esperanza te renace.
Mirando al horizonte imagino a los vecinos de Cornwall (ell pueblo que hay en Inglaterra en línea recta con Comillas), sentados en sus pubs mirando hacia España y pensarán en lo mismo? Si fuera así, esta esperanza será mayor, porque habrá más gente que quiere normalidad y disfrutar del cariño de sus seres queridos en una jornada de playa.
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