jueves, 16 de agosto de 2018

Manteros en Madrid, culebrón del verano

A falta de las tradicionales noticias veraniegas sobre Gibraltar y los posados de los famosos, los Gobiernos del cambio han decidido tomar al asalto la actualidad y no solamente el Consejo de RTVE. 
En Madrid y Barcelona, llevamos todo el verano con la polémica de los manteros en las calles de ambas ciudades. 
Los pocos miembros de dichos Ayuntamientos que en la canícula veraniega están activos, se han dedicado con todas las energías posibles a defender a los manteros. En Madrid, inclusive, se les permitió dar el pregón de las fiestas de San Cayetano. Un miembro del sindicato de manteros y lateros de la capital se quedó bien tranquilo arremetiendo contra la Policía Municipal y el Ayuntamiento le apoyó. 
Sinceramente, creo que no son conscientes del daño que hacen con su apoyo a una actividad ilegal, que perjudica el comercio de sus ciudades. No les creo tan ingenuos para que se crean lo que dicen de que no hay mafias detrás del comercio de la "manta", pero es una bandera que tienen que defender frente a sus bases. 
El problema es mucho más gordo de lo que el público en general se imagina. El daño no termina en el comercio minorista de las ciudades donde actúan, que ya es suficientemente relevante, va más allá. 
Los productos que venden son comprados a mafias dedicadas a la falsificación, evidente, pero no solamente se dedican a ello. Ese dinero que se genera, sirve para iniciar, apoyar, continuar y expandir otros "negocios" fuera de la ley, como el tráfico de drogas, trata de personas (mujeres, principalmente), comercio de armas, etc... 
Y estas extensiones es lo que no se ve o no se quiere ver. El mantero no es el principal problema, pero es el peón que lo inicia y por ello es tan importante parar esta actividad ilegal en las calles de nuestras ciudades. 
Ya que a los Gobiernos del cambio se les llena la boca con lo que pasa en ciudades como Amsterdam, Berlín, Hamburgo, Oslo, etc...que paseen realmente por sus calles y vean la cantidad de manteros que hay... 0 o ninguno. 

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