Este fin de semana se ha despejado una gran incógnita para España. La parte débil de nuestro sistema financiero tendrá una línea de financiación para poder hacer frente a sus debilidades y fortalecerse. El que lo quiera llamar rescate que lo haga, pero no lo es.
A expensas de que se cierren los puntos de la negociación y de la línea de crédito no se le han puesto a España condiciones como a Irlanda, Portugal o Grecia.
Este es el comunicado que emitió el Eurogrupo y no se dice nada de rescate, se habla de asistencia financiera.
Y ello ha sido posible a que España, guste o no, está haciendo los deberes que se tenían que haber acometido hace tiempo, como el resto de países europeos. Hemos una reforma de nuestro sistema financiero, una reforma laboral y una reorganización de las cuentas de la Administración Pública para cumplir con los objetivos de austeridad y déficit ejemplares.
Lo importante es que tenemos un nuevo horizonte y un buen colchón para seguir adelante. Algo que parece que al partido de la oposición y a su "hermano" IU les ha sentado mal, porque el rumbo de la nave se endereza y sus expectativas de futuro se difuminan en proporción directa a ello.
España no solamente puede salir de la crisis, está saliendo con una serie de reformas, muy duras, pero en la dirección adecuada y que transmiten más confianza y seriedad a los socios europeos.
Veremos cómo se mueve todo en los próximos días pero el proyecto de España y Europa, a medio y largo plazo, no podemos vivir con una visión cortoplacista, es más nítido y fuerte.
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