Durante la tan cacareada transición española se puso de moda un concepto en política, geometría variable. Con este concepto se hacía alusión a los pactos necesarios con otros partidos para formar Gobierno o aprobar textos legislativos. De forma resumida.
Ahora tenemos otro concepto, déficit asimétrico. Que lo pondrá de moda nuestro actual Gobierno, con Mariano Rajoy a la cabeza, al permitir que las distintas CC.AA tengan un objetivo de déficit diferente para cumplir.
Es decir, España, lleva más de 30 años tratando de crecer y avanzar entre lo variable y lo asimétrico. Me temo que nada que no haga referencia a unidad, coordinación, fortaleza e interés general, hace que cualquier país, proyecto o empresa crezca y avance.
Los esfuerzos, cuando se trata de sacar a una nación del agujero en el que estamos, se deben pedir a todos por igual y no hacer distinciones. La discriminación positiva nunca ha dado buenos resultados y eso lo debería saber bien el propio Mariano Rajoy.
Esta semana, José María Aznar, recordó en una entrevista que siempre que a los ciudadanos se les deje claros cuáles son los objetivos y el camino a seguir, éstos hacen lo que tienen que hacer y se consiguen esos objetivos. Pero la puesta sobre la mesa del déficit asimétrico no creo que sea el camino.
Por contra, esta política lo que aviva es continuar la lucha de interés particulares y no del general de España, que es en lo que deberíamos estar invirtiendo toda nuestra energía y esfuerzo.
Ojalá que entre puro y puro le venga un poco de inspiración y no caiga en aumentar más estas diferencias territoriales que terminarán por destruir España.
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