Listas abiertas y modelo por circunscripciones, una gran oportunidad.

Hoy he leído en el El Mundo esta Tribuna, "El mito de las listas abiertas", de Jorge de Esteban. Tiene una visión interesante sobre la utilidad de las listas abiertas para regenerar la democracia o mejorar la participación ciudadana. Pero no estoy de acuerdo con ella.

Creo que las listas abiertas son una gran oportunidad para devolver poder al pueblo y hacer que nuestros políticos se acerquen al ciudadano y a su realidad. Jorge de Esteban aboga por una mayor democracia interna dentro de los partidos como método para mejorar. En esa parte estoy completamente de acuerdo. Por otro lado dice que las listas abiertas no funcionan porque ya "existen" para la elección de los senadores y no se produce tal beneficio para el ciudadano.

No estoy de acuerdo. Para que existan de una forma real tiene que darse un modelo conjunto con las circunscripciones como en los países anglosajones. ¿Alguno recuerda una campaña electoral en la que los candidatos a senadores se hayan paseado explicando su programa? Pues no. Si se tuviera que hacer la votación en modelo de listas abiertas y por circunscripciones, sería otra cosa. Tanto los senadores como los diputados tendrían que pisar la calle mucho más para que sus votantes los conocieran. Tendrían que mirar cara a cara al ciudadano y convencerlos puerta a puerta. Porque en este tipo de sistema, como en los inmortales, solamente puede quedar uno, el que más votos obtiene.

Cierto es que la cultura política de nuestro país tendría mucho que cambiar y los partidos políticos tendrían que modificar toda sus estructuras de campaña política, pero sería el mejor camino para obtener una verdadera regeneración. El ciudadano tendría un mayor control sobre los candidatos que han sido elegidos y estos tendrían que rendir cuentas de forma más directa con sus votantes.

Esta debería ser una de las reformas más urgentes que habría que acometer hoy por hoy para devolver el prestigio a la política y no que los dos principales partidos de nuestro país, en aras de la transparencia, estén jugando a quién la tiene más pequeña (tema de mi próxima entrada).