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Foto:@Erkua |
Desde que se inició la democracia, nuestro regulamiento laboral, ha sufrido algunas reformas, pero básicamente tiene los principios de lo establecido durante el régimen franquista (dato curioso para tanta denostación de aquella época por parte de la izquierda de este país).
Como se puede ver en los gráficos del enlace que he puesto, nuestro mercado laboral se regula siempre vía despidos, cuando nos vienen mal dadas. No tenemos otro mecanismo posible. Independientemente de nuestra estructura productiva, lo más fácil es despedir gente.
Las medidas que se han tomado, desde mi punto de vista, son muy positivas para crear las bases de una próxima recuperación, junto con las otras reformas que se están emprendiendo.
Los comentarios que estamos escuchando son muy demagogos, en cuanto a que se abarata el despedido. Cuando un empresario piensa en contratar un nuevo trabajador, mira el coste total del mismo, que no solamente es el salario mensual que le paga. Es la formación que le tendrá que dar, las cuotas de la Seguridad Social y la indemnización del despido. Es como cuando compras un coche, no se debe mirar solamente el precio de adquisición, también hay que mirar el coste de mantenimiento, el seguro... Por mi trabajo hablo con muchos empresarios, que se juegan su dinero (no olvidemos esto) a diario para mantener a flote el proyecto empresarial, y aunque puedan contratar un empleado más se lo piensan mucho por el coste que les supone. Si este es menor, el riesgo ante que el empleado no produzca lo esperado y tener que prescindir de él, se ve mejorado y por tanto, se animan a contratar.
Por otra parte, se han dado incentivos a la contratación de jóvenes y parados de larga duración (mayores de 45 años), que son dos de los segmentos sociales con una mayor incidencia de la lacra del paro. ¿Esto es malo? No lo creo, la verdad. Por un lado, se ayuda a que los jóvenes accedan al mercado laboral y por otro, que padres y madres de familia que tenían complicado acceder de nuevo, tengan una mejor opción para reincorporarse.
Que se hay acabado con la consecución de contratos temporales de forma indefinida, ¿es malo? Es aportar mayor seguridad al trabajador. Algo que el gobierno del PSOE se cargó, haciendo a los trabajadores temporales de por vida.
Respecto a la flexibilidad para la negociación entre empresario y trabajador, ya era hora de hacerlo. Estábamos sujetos a una negociación colectiva, realizada por unos sindicatos que solamente representan a un 15% del total de la población trabajadora. Cada empresa y cada trabajador son un mundo y mejor negociar en ese marco que no en uno general. Esta es la mejor ventaja de otros países para evitar despidos masivos. Como estamos sufriendo cada día en España.
Tampoco pensemos que es un remedio que pasado mañana acabará con los 5 millones de parados, pero en el medio y largo plazo, se verá que es una medida que en cuanto nuestra economía inicie la recuperación, ayudará de forma más rápida a la creación de empleo que la que teníamos hasta ahora.